
¿Estás buscando información sobre el tratamiento de varices? En ese caso, estás en el lugar indicado. A continuación, te menciono algunos de los tratamiento más importantes y útiles que se pueden aplicar para solventar (o intentar mitigar) la presencia de varices.
Tratamiento de varices de la A a la Z
Tratamiento natural para las varices
A lo largo de este artículo vas a ver algunas fórmulas para tratar las varices de forma natural. Combinaremos los ingredientes naturales que mayor éxito tienen en la prevención de varices y además enumeraré algunas herramientas que pueden ser útiles.
Dentro de los ingredientes de origen natural más exitosos en el tratamiento contra las varices están, evidentemente, aquellos con ciertas propiedades antiinflamatorias, drenantes y analgésicas.
Por esta razón, los elementos más utilizados en el tratamiento natural de varices son el árnica, la caléndula, la corteza de abedul, la corteza de sauce, el aceite esencial de rosa mosqueta y el aceite esencial de castaño de indias.
Además, los antioxidantes que la naturaleza nos ofrece pueden ser recomendables en el tratamiento natural de varices, porque contribuyen a la mejora de la circulación y a la tersura de la piel.
Dentro de este tipo de compuestos, destacan, sobre todo: la menta, la hierbabuena, la manzana verde, el té negro y el café. Estos ingredientes pueden aplicarse como cataplasma o en la forma de aceites esenciales complementando la actuación de los que voy a detallar a continuación.
En cualquier caso y antes de continuar, me gustaría decirte que antes de aplicar cualquiera de estos remedios, debes consultar a tu médico/a para preguntarle si estaría indicado en tu caso en concreto.
Árnica
La árnica es una planta medicinal que se puede encontrar en ciertas regiones de Eurasia y de América del Norte. Es conocida por ser una planta bastantes propiedades relativas a la salud.
Y es que la árnica puede servir como cicatrizante, antiinflamatorio, estimulante de la circulación, drenante y analgésico. En algunas culturas se usa la árnica en la cura de heridas, por ejemplo.
Si quieres controlar la hinchazón de las varices, puedes aplicar barras de árnica o aceite esencial sobre la zona donde se encuentran. La árnica podrá hacer que su apariencia se minimice para luchar contra los síntomas de las varices.
Para hacer aceite esencial en casa, puedes conseguir los pétalos de la planta y meterlos en un tarro lleno de aceite de coco líquido –es decir, a temperatura cálida- o de aceite de oliva, durante al menos dos semanas.
Una vez transcurrido este período de tiempo, tu aceite esencial de árnica estará listo para su aplicación. Sin embargo, si no quieres esperar, puedes contactar con tu herboristería más cercana o en caso de que vivas en España, la puedes encontrar en algunos supermercados como Mercadona.
Caléndula
La caléndula es otro tipo de planta medicinal que, como la árnica, tiene también los pétalos amarillos. Algunos llaman a la margarita amarilla con el nombre de caléndula, y es que esta planta es conocida de diversas formas dependiendo del lugar donde nos encontremos.
La caléndula puede funcionar como cicatrizante, cuyos efectos la sitúan para considerarse digna competidora del aloe vera. Sin embargo, la caléndula puede ser más útil que el aloe.
Y es que la caléndula permite acelerar la síntesis del colágeno, dotando a la piel de cierta tersura.
La caléndula se aplica desde tiempos de los egipcios en forma de compresas empapadas en el agua que resulta de la infusión de esta planta, pero también existen aceites esenciales de caléndula que se pueden obtener en las tiendas.
Si quieres hacer tu propio aceite esencial de caléndula, puedes seguir los mismos pasos que en el caso de la árnica.
Corteza de abedul y sauce
La corteza de abedul y la corteza de sauce son elementos naturales muy utilizados en el tratamiento natural contra las varices dado que poseen propiedades cicatrizantes. A lo largo de la historia, la aplicación directa de corteza de abedul y sauce ablandada en agua sobre las heridas ha sido bastante popular.
Hoy en día, en cambio, lo más frecuente es utilizar aceite esencial de abedul o de sauce. En el caso del aceite esencial de abedul, también se suele incluir el resultante de las flores.
Del abedul, por tanto, se puede emplear todo: la corteza, las hojas y las flores. En el caso del sauce, las hojas y la corteza son los elementos más codiciados. Entre sus propiedades, además, está la de intentar ayudar a luchar contra los desequilibrios hormonales.
No es de sorprender, entonces, que estos dos ingredientes se recomienden, si tenemos en cuenta que, como ya sabrás, los desequilibrios hormonales pueden provocar la aparición de este problema.
Aceite esencial de rosa mosqueta
El aceite esencial de rosa mosqueta es un tipo de aceite que se obtiene de las semillas de un arbusto de la familia de las rosas que es originario de Europa. No obstante, por la acción humana su presencia se ha extendido también a Latinoamérica.
Los beneficios regeneradores y calmantes de la rosa mosqueta no necesitan presentación, y es que este ingrediente es uno de los más populares.
Aceite esencial de castaño de indias
La aplicación del castaño de indias en forma de aceite esencial puede ser también útil para tratar la aparición de varices, por sus propiedades estimulantes de la circulación y su capacidad para constreñir los vasos sanguíneos.
Esto hace que, unido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, la mayor parte de las cremas que se encuentran en el mercado para el tratamiento de varices incluyan, en una proporción o en otra, parte de aceite esencial de castaño de indias.
Tanto el aceite de rosa mosqueta como el aceite de castaño de indias se pueden aplicar directamente sobre las varices con un suave masaje, sin hacer excesiva presión y con frecuencia diaria. Es recomendable calentar un poco el aceite entre las manos antes de aplicarlo.
Otros tratamientos de varices
Ahora que conoces los tratamientos naturales de varices que tienen más éxito a lo largo y ancho del mundo, voy a hablarte brevemente de tres herramientas que puedes utilizar para acompañar estos tratamientos y que podrán contribuir a la mejora de tus varices.
En primer lugar, puedes considerar utilizar medias de compresión. Las medias de compresión se presentan en varios tipos, dependiendo del grado de fuerza compresiva, y contribuyen al bienestar general de los miembros afectados por las varices.
Las medias de compresión se colocan diariamente durante las horas del día, y se retiran al final de la tarde y antes de dormir.
Además de las medias compresivas para varices, también es aconsejable realizar masajes suaves en las zonas afectadas.
Y es que los masajes, además de tener una capacidad calmante, contribuyen a la mejora de la circulación y a la estimulación de las capas de la piel, lo que hace que los tratamientos naturales contra las varices puedan funcionar bastante mejor.
Existen también una serie de cremas de creación en laboratorios que puedes usar para el tratamiento. Estas cremas utilizan en su composición la mayoría de ingredientes naturales que están en este artículo.
Por último, en el tratamiento para las varices existe asimismo la opción de emplear terapia médica o quirúrgica para lograr la eliminación total de las varices. Estos tratamientos suelen requerir mayores sumas de dinero y, desde luego, la supervisión de un médico.
Como puedes ver, existen diferentes fórmulas para tratar las varices de forma natural. Evidentemente, no todas estas soluciones permiten conseguir un resultado óptimo, pero sí que pueden permitir cierta mejora. Así que… ¡Aprovéchala!